Su nombre significa robledal pequeño. De sus orígenes, podemos señalar que es a partir de la ocupación de estas tierras por los romanos cuando tenemos testimonios irrefutables sobre el devenir histórico de nuestra Comarca. En sucesivas y sangrientas etapas, se instalaron en estas tierras, más o menos fugazmente, alanos godos y árabes, de los que también se encuentran interesantes vestigios. Cuando Alfonso VIII conquista Plasencia a los árabes, en el último tercio del S. XII, queda definitivamente incorporada La Vera a Extremadura.
Conjunto pintoresco de viviendas en torno a su Iglesia de San Miguel, del S. XVI y XVII, con ábside de planta pentagonal ochavada. En su interior destaca, en la clave de la bóveda de crucería estrellada, el escudo del Obispo Gutierre de Vargas Carvajal y en el presbiterio una hornacina renacentista que sirvió de “sagrario” y hoy guarda la imagen titular de San Miguel Arcángel.
A su vez, merece visitarse la Casa Matriz de la Beata Sor Matilde Téllez, natural de la localidad, fundadora de la Orden de las Monjas Amantes de Jesús. Son famosos sus quesos de cabra que podrá adquirir en la misma localidad. Haciendo honor a su nombre, esta localidad conserva un hermoso robledal llamado El Coto, así como atractivos caminos y sendas rurales, donde el viajero senderista podrá, sin duda, disfrutar del bello paisaje y de un entorno natural con una conservación excelente.